Introducción:

La función retrasada del injerto (DGF), definida como la necesidad de diálisis durante la primera semana post-trasplante, sigue presentando una alta incidencia en el trasplante renal, particularmente en injertos procedentes de donante cadáver. La evidencia sobre la repercusión de la DGF y la supervivencia del injerto continúa siendo contradictoria. Este estudio investiga el impacto de la DGF en la supervivencia del injerto, diferenciando entre aquellos injertos con un perfil favorable (KDRI <1) y desfavorable (KDRI > 1).

Material y métodos:

Estudio retrospectivo sobre una cohorte de trasplantes renales procedentes de donante cadáver realizados en el HURS entre 2015-2019. Fueron excluidos los trasplantes combinados, los injertos primarios no funcionantes y aquellos perdidos por complicaciones quirúrgicas. Los pacientes se clasificaron en dos grupos según la presencia o no de DGF. Se realizaron análisis univariantes y multivariantes, junto con análisis por puntaje de propensión (PSM).

Resultados:

Se incluyeron un total de 322 injertos, 83 de los cuales presentaron DGF.  La presencia de DGF constituyó un factor de riesgo para la pérdida del injerto (HR 4.17, IC95% 1.93 – 9.01). Cuando se realizó el análisis de subgrupos según el KDRI, los injertos con KDRI > 1 presentaron mayor riesgo de pérdida del injerto con una HR 10.2 (IC95% 2.29 – 45.35). Sin embargo, en el grupo de injertos con KDRI <1 el DGF no constituyó un factor de riesgo para la pérdida del injerto.

Conclusión:

El desarrollo de función retrasada del injerto constituye un factor de riesgo para la pérdida de los injertos trasplantados, específicamente en aquellos riñones subóptimos (KDRI ≥ 1).

Palabras clave: trasplante renal; función retrasada del injerto; KDRI, supervivencia del injerto.