Palabras clave: linfadenectomía iliobturatriz, indicaciones, laparoscopia, normogramas, límites anatómicos, procedimiento quirúrgico.
1) Introducción
El vaciamiento ganglionar permite resecar los ganglios linfáticos regionales para evaluar el estadio locorregional del cáncer de próstata. Esta intervención se basa en el concepto de que el cáncer de próstata evoluciona desde su localización primaria hacia los ganglios linfáticos, para alcanzar a continuación a los otros órganos.
Existen tres indicaciones principales:
1. Pacientes con cáncer de próstata de riesgo intermedio con riesgo de invasión de ganglios linfáticos en normograma validados.
2. Pacientes con cáncer de próstata de alto riesgo.
3. Pacientes con cáncer de próstata localmente avanzado en pacientes seleccionados candidatos a prostatectomía radical como parte de terapia multimodal.
2) Objetivos
La linfadenectomía nos permite una correcta estadificación de la enfermedad. No obstante, es importante recalcar que no presenta un efecto reductor de la mortalidad por extirpación de los ganglios linfáticos regionales, ya sean positivos o no. Por otra parte, podríamos hablar de un beneficio oncológico indirecto consecuencia del diagnóstico precoz del paciente pN+ y de la administración temprana de un tratamiento adecuado.
3) Material y métodos
Visualización del procedimiento quirúrgico de la linfadenectomía iliobturatriz laparoscópica paso a paso en nuestro paciente.
4) Resultados
En nuestro caso clínico, tenemos a un varón de 68 años en seguimiento por elevación del PSA. Tras biopsia, se diagnostica de cáncer de próstata Gleason 7 (4+3) bilateral. Con estudio de extensión Negativo y Briganti del 6%, por lo que es candidato a la realización de linfadenectomía iliobturatriz y prostatectomía radical.
5) Concluciones
El vaciamiento ganglionar es necesario en los pacientes con cáncer de próstata de alto riesgo y en la mayoría de los pacientes con un cáncer de riesgo intermedio. Parece razonable no realizar un vaciamiento ganglionar en los casos de cáncer de próstata de bajo riesgo debido a la baja incidencia de invasión de los ganglios linfáticos. Sin embargo, no podemos olvidar las limitaciones, tanto de los normogramas como de las pruebas de imagen. El vacimiento ganglionar es la mejor técnica para detectar la presencia de ganglios metastásicos y evaluar el estadio locorregional.
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