INTRODUCCIÓN
La prevalencia de la tuberculosis en países en vías de desarrollo se estima en un 40%. Su incidencia y mortalidad ha disminuido durante el último lustro, pero dada la globalización parece evidente su aumento en la práctica. En el 25% de los casos hay afectación extrapulmonar, con una incidencia variable a nivel del sistema genitourinario (TBCGU). El diagnóstico de TBCGU sigue siendo un reto dado que no existe una prueba diagnóstica única, basándose en una alta sospecha clínica.
MATERIAL Y MÉTODO
Presentamos el caso de un paciente de 48 años originario de Argelia con antecedente de ERC y TBCGU estudiada en su país, portador de nefrostomías bilaterales por ureterohidronefrosis bilateral.
RESULTADOS
El paciente es valorado en nuestro centro por sepsis urinaria. De manera urgente, se realiza analítica que muestra agudización de ERC, PCR para la determinación de ADN de Micobacterium complex en orina, e interferón en sangre, resultando positivas para M. tuberculosis. Asimismo, se realiza TAC objetivando múltiples opacidades nodulares pulmonares, algunas cavitadas, sugestivas de TBC pulmonar. Así como hallazgos sugestivos de TBCGU: calcificaciones renales bilaterales distróficas, cálices dilatados sin dilatación de pelvis ni uréteres, junto con signos de baja capacidad vesical. Tras la confirmación diagnóstica se inician tuberculostáticos, según pauta clásica.
Durante el ingreso, se precisaron varias recolocaciones y recambios de nefrostomías por extracciones accidentales. Por ello, se decidió colocación de catéteres doble J anterógrados, siendo infructuoso el cateterismo izquierdo al observar en la pielografía un stop total a nivel de la unión pieloureteral, con cálices renales excluidos.
El paciente fue dado de alta manteniéndose nefrostomía izquierda y catéter doble J derecho. Una vez finalizado el tratamiento tuberculostático, se realizará nuevo estudio para valorar la funcionalidad de ambos riñones y la actitud terapéutica.
CONCLUSIONES
La TBCGU supone un desafío para el urólogo por su naturaleza destructiva y dificultad diagnóstica, hallándose casi en un tercio de los casos una anulación renal unilateral al diagnóstico. Alrededor de la mitad de estos precisan un abordaje quirúrgico complejo, con la consiguiente comorbilidad. Por ello, en pacientes con sospecha clínica, procedentes de regiones con alta prevalencia, es crucial descartar la TBCGU a tiempo.
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