V-97 Presentación: Vídeo

RESUMEN DE COMUNICACIÓN
Reparación de fístula recto-vesical post-prostatectomía radical mediante colgajo pediculado de músculo gracilis.
Guardiola Ruiz, I. (1); Marenco Jiménez, J.L. (2); García Fadrique, A. (3); Server Gómez, G. (1); Ramírez Backhaus, M. (2); Domínguez Escrig J.L. (2); Collado Serra, A. (2); De Pablos Rodríguez, P. (2); García Cortés, Á. (2); Wong Gutiérrez, A. (2); Gómez-Ferrer Lozano, Á. (2); Casanova Ramón-Borja, J.L. (2)
(1) Servicio de Urología, Hospital Santa Lucía, Cartagena. (2) Servicio de Urología, Instituto Valenciano de Oncología (Ivo), Valencia. (3) Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo, Instituto Valenciano de Oncología (Ivo), Valencia.
  • Introducción. La fístula recto-vesical es una complicación infrecuente tras prostatectomía radical, que ocurre entre un 0.5% y 5%. Se han descrito diversas técnicas para su reparación, entre las que se encuentra la interposición de músculo gracilis. No obstante, no existe consenso sobre cuál de ellas es la más idónea, por lo que la elección de la técnica dependerá de la experiencia del centro.
  • Objetivo. Describir la técnica quirúrgica y los resultados de la reparación de fístula recto-vesical mediante abordaje perineal con interposición de colgajo pediculado de músculo gracilis.
  • Descripción del caso. Varón de 66 años intervenido de prostatectomía radical laparoscópica en otro centro por adenocarcinoma de próstata Gleason 6 (3+3), que reingresa a los 7 días postoperatorios por peritonitis fecaloidea debido a perforación rectal, por lo que se realiza una colostomía. Posteriormente, se realiza un cisto-TC y una cistoscopia, que evidencian una fístula recto-vesical. Se decide, a los 2 meses de la prostatectomía radical, realizar una reparación quirúrgica de la fístula, mediante colgajo pediculado de músculo gracilis.
  • Técnica quirúrgica: Se lleva a cabo una cistoscopia y se colocan catéteres ureterales. Se coloca al paciente en posición de litotomía forzada y se realiza una incisión perineal en semiluna. Se diseca el espacio prerrectal, se visualiza el orificio fistuloso y se lleva a cabo la fistulorrafia. Se realizan dos incisiones en la cara interna del muslo izquierdo, donde se localiza el músculo gracilis, se desinserta en su porción distal y se asciende mediante un túnel subcutáneo hasta el espacio recto-vesical, donde se sutura.
  • Resultados: El postoperatorio inmediato discurre sin incidencias. Al mes se realiza cistografía, en la que no se objetiva la fístula. El paciente no presenta pérdida de fuerza muscular en el miembro inferior izquierdo y consigue una recuperación funcional completa. A los 9 meses permanece sin recidiva de la fístula.
  • Conclusiones. La interposición de colgajo pediculado de músculo gracilis mediante abordaje perineal, se puede considerar una opción quirúrgica eficaz y segura para la reparación de la fístula recto-vesical.